¿Para que dar tantas vueltas a lo que pinto si cuanto menos complicada es la pintura que realizo mejor es el resultado? Basta de abarcar más de lo que se puede, de dar vueltas a la cabeza con más pensamientos de los que convienen, de acumular trastos inútiles y demasiados elementos en los cuadros, de tener más ambiciones de las que se puede…Llegó la hora de ir despejando, de calmarse, de pensar racionalmente y pintar de forma práctica. Camino de lo esencial y de la tranquilidad no hay por qué tratar de encontrar la aceptación constante. En búsqueda de la elegancia y del lirismo, tratando de hacer cuadros más calmados pero no aburridos ni demasiado estáticos, buscando la armonía, el movimiento, la luz, librar a la composición de todo tipo de figuración a no ser que lo requiera el cuadro… y todo esto haciendo caso omiso a cualquier tipo de pedantería. Así es como pinté la serie “Despojando”.
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